sábado, 19 de julio de 2014

COME AND PLAY WITH ME IN THE GARDEN







Aprender a domesticar un elefante es nuestra asignatura pendiente...  

Rumiamos una vida vilipendiada, un juguete roto, un juego inconcluso, de espejos y de baches y de carreteras mal asfaltadas porque no quedaba brea y alguien dijo: "ninguna mujer es fea si se la mira llena de brea".  

Así construímos este país de episodios nacionales, de barlovento y cascoporro a babor y estribor por la gloria de Dios Padre que es hombre y erecto y figura su retrato en la colección de cromos Panini.  

Esta es la auténtica montaña rusa de la locura y de una mente llena de acertijos. Sexo, sesgo y sudor. Valor, calor y pavor. Susto, gusto y disgusto. Suerte, muerte y fuerte. Sida, vida y tila. Besos, pesos y presos. Diluvio, infortunio y pleniluinio. Bustamante y Bisbal, dinamita y amonal.  

El peso de mis pensamientos sobre una balanza obstusa. Why does my mind plays tricks on me? Estos son mis poemas de amor, la vacinilla de mis sentimientos.  

Te quiero decir que te quiero, pero sólo me sale un aullido surrealista por la gloria de Dios Padre hombre y erecto de cromos Panini que se me aparece en sueños con un pulpo bajo su chistera hablando en valenciano con un rosario de auroras, espantos y dientes de leche. Esta es la confesión de la neurona rebelde. Si está usted loco, pulse la tecla 1. Si está cuerdo, apriete un escroto contra la pared. Si tiene sed, beba orín de koala. Si tiene hambre, fría el escroto apretado previamente en una sartén con aceíte hirviendo. Si no se corresponde a ninguna de las opciones anteriores, deje de respirar apróxidamente el tiempo necesario hasta que pierda la vida. Si no quiere perder la vida, pase por la sección de imperdibles. Si quiere perder la muerte, apriete los dos escrotos fuertemente contra la pared y repita este mantra aspirado hacia dentro y dicho del reves: "Pablo Iglesias tiene ladillas, y las da de comer en empanadillas". Finalmente pulse su pezón izquierdo y salga del menu principal. Gracias por su colaboración y por su buen gusto a la hora de vestir falda escocesa.  

Te quiero decir que te quiero, porque te quiero, pero aprender a domesticar un elefante sigue siendo nuestra asignatura pendiente.   

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