miércoles, 12 de junio de 2013

GRECIA SE QUEDA SIN VOZ




Sin voz, sin ojos, sin oídos… como los tres monos místicos de la cultura japonesa. Oír, ver y callar. Sumisión a un sistema cada vez más voraz y con armas más afiladas. La voz del pueblo, silenciada. El ojo público, arrancado. 

Tres mil trabajadores despedidos y en la calle es el último sacrificio exigido por la troika a un pueblo al que, como al nuestro, le seguirán mintiendo con el infame mantra de que han vivido por encima de sus posibilidades. No hubo aviso previo. Ni siquiera votación parlamentaria. Tan sólo un decreto ley de urgencia para que el pueblo siga alimentando a los amos del cortijo. Ni en las peores épocas del feudalismo. Europa y su regresiva espiral de autodestrucción. El sueño húmedo de las elites más cruentas parece cada vez más próximo. La desaparición de cualquier tipo de soberanía nacional. De cualquier orgullo e identidad en los pueblos. La extinción de los estados y con ellos, sus servicios públicos. Todo el globo terráqueo convertido en un inmenso tablero de Monopoly para comprar, vender y especular a gusto. 

Fundada en 1938, la ERT (Elliniki Radiofonía Tilerasi), sólo vio interrumpida su actividad durante la ocupación nazi. Ni siquiera claudicó ante la conocida como “Dictadura de los Coroneles” durante las décadas de los 60 y 70 (el régimen creó su propia emisora, la YENED, posteriormente absorbida por el ente público y rebautizada como ERT-2) Ahora, una nueva dictadura, la del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europa, esa troika salvaje que nos está dejando sin sangre a los ciudadanos del continente para después sin el menor pudor redactar vergonzosos informes afirmando “perdón por las molestias amigos, nos equivocamos en las previsiones”, finaliza con 75 años de radiotelevisión griega al servicio de su pueblo. 

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