jueves, 17 de enero de 2013

ONLY LOVE CAN BREAK YOUR HEART

Y de nuevo, recuperando un viejo texto del ciberespacio (14-08-2009)  


Visitar al psiquiatra a veces no está tan mal.





ONLY LOVE CAN BREAK YOUR HEART

 

 

Aquella mañana acudí a la consulta del Dr. Strangelove un poco más inquieto de lo normal, quizás se debiera a que se había introducido un alacrán en mis calzoncillos, quien sabe.

-Buenos días, Dr. Strangelove.

-Buenos días, señor Kubrick. Túmbese ahí, por favor- a pesar de mi edad aún no me acostumbro a que un hombre me diga "túmbese ahí"

-Sí, doctor. ¿Quiere que me quite la ropa?

-No, señor Kubrick. Ya sabe que para lo que vamos a hacer no hace falta que se quite la ropa, soy psiquiatra, no ginecólogo, no hace falta que me pregunte si debe quitarse la ropa cada vez que viene a mi consulta- a pesar de mi edad, aún no me acostumbro a que un hombre rechace mi ofrecimiento a quitarme la ropa ante él.

Me tumbé sobre el diván, con las manos entrelazadas tras mi cabeza, y resoplé haciendo mi fantástica imitación de un papagayo en celo, que había aprendido de Faemino y Cansado.

-Uuuuuy- inquirió mi psiquiatra- mala cosa cuando resopla haciendo su fantástica imitación de un papagayo en celo que ha aprendido de Faemino y Cansado, señor Kubrick.

-Que bien me conoce, doctor, que bien me conoce, se diría que usted me ha parido, si no fuera porque he visto a mi madre desnuda y tiene los pechos más grandes que usted.

-Vayamos a los pechos... digo a los hechos, señor Kubrick, que le trae esta soleada mañana por mi coqueta consulta, diga, melón.

-Verá, ¿no le ha sucedido nunca, doctor, conocer fugazmente a una persona, y sentir que le deja marcado para el resto de su vida?, ¿no parar de pensar a todas horas en su sonrisa, su mirada, sus ojos, su pelo?

-Ummmm... sí, me sucedió una vez con la cajera de un supermercado de Sausalito, había entrado a comprar pilas para mi walkman, y ella me cobró, acarició dulcemente mi mano mientras le pagaba (en cash) y quedé completamente rendido ante ella y enamorado como un adolescente.

-¿Y qué sucedió?

-Volví al día siguiente a buscarla, pero habían entrado unos yonquis delincuentes a la hora de cerrar y la habían violado, asesinado y descuartizado en pedacitos, por lo que tuve que olvidarme de ella.

-Joder

-Bueno, pensé que el Big Kahuna me la había dado... y el Big Kahuna me la había quitado...

-Ustedes los de la religión Tiki siempre encuentran consuelo para todo.

-Uy, eso me recuerda un chiste: ¿está Consuelo?, no, está con Tarzán... ja ja ja ja ja ja... no, espere, creo que no era así. Bueno, a lo que íbamos... ya le he dicho en varias ocasiones que uno de sus problemas es que no usted no cambia de religión y sigue siendo chiquistaní... hagase tiki, como yo.

-Doctor... ¡no puedorrrrrrrr!

-Bien, entonces... ¿ese es su problema?, ¿vive obsesionado con el recuerdo de una hermosa mujer?, ¿de una bella dama de cabellos dorados como el sol, de luminosos ojos verdes resplandecientes, de sonrisa capaz de derretir glaciares?

-Sí, doctor, ¡siiiii!, ese es mi problema, eso es lo que no me deja vivir ni acabar el sudoku del Marca cada día.

-¿O sea que vive enamorado?, ¿tiene usted fuego en su pecho?

-Eso es.

-Pues abra la camisa y enciéndame este cigarrillo, que me he quedado sin cerillas.

El doctor encendió un cigarro y siguió hablando con esa sabiduría propia de los culebrones venezolanos.

-Amigo mío, olvídela, piense que jamás ha existido, que fue un producto de su imaginación... piense que se le fue la mano con los alucinógenos y que su cuerpo realizó una especie de viaje astral mientras usted seguía plácidamente sentado en una silla bajo la luna de Agosto pensando en las penetraciones imposibles de Kobe Bryant... hágame caso, vuelva a su mundo de discos de vinilo, barras de bares y retransmisiones deportivas... usted es feliz con eso, no quiera imitar a Icaro aspirando a alcanzar el sol, porque se le derretirán las alas y se meterá una hostia, y no aparecerá Superman para recogerle mientras cae, porque aunque es usted muy guapo y moreno no es Lois Lane. Archive el caso, señor Kubrick, hágalo por su salud mental.

-Doctor, insinúa usted que... ¿en el fondo no soy más que un bufón?

-Eso es, de hecho, abra la boca, tengo que enviar unas cartas.

-No, doctor, he dicho bufón, no buzón.

-Ah, perdone, es que estoy gordo como una tapia...

-...y sordo como una foca.

-¿Qué dice?

-Nada, nada, olvídelo.

-Bueno, pues ya le he dicho todo lo que tenía que decirle... son 500 euros, 17 dracmas y 2 zlotys.

-Gracias doctor, me ha salvado usted la vida... normalmente sus consejos son puta mierda, pero esta vez le haré caso, además tiene usted una sonrisa muy bonita.

-No tanto como la suya, piratón.

Asi me despedí del Dr. Strangelove, contento y ufano (con el pepino en la mano), hasta que entré en el primer bar y con el primer trago volví a pensar... en ella.  


http://www.fotolog.com/kidkubrick/37284975/

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