martes, 22 de enero de 2013

DE NIHILO NIHILUM

El otro día les traía el ficticio recuerdo de una ficticia conversación con un fiicticio psiquiatra... esta es la ficticia continuación de aquel ficticio dislate... (24-08-2009)    


Como dicen en Milenio 3: "siempre hay alguien... al otro lado..."



DE NIHILO NIHILUM



Como todos los lunes, comencé la semana acudiendo a la consulta del hijo de p..., quiero decir, de mi fiel consejero el Dr. Strangelove a explicarle mis extrañas cuítas y a gorronearle sus puros habanos.

-Buenas días doctor.

-Buenas días señor Kubrick, túmbese ahí, y obvie sus comentarios sobre quitarse la ropa, que ya somos mayorcitos.

-Doctor, ¡ay doctor!

-Diga, melón.

-He seguidos sus consejos al pie de la letra y además he tomado esas pastillas para caballo que me ha recetado, acompañadas de un vaso de whiskie y unas madalenas en el desayuno.

-Y bien, ¿ha logrado su objetivo?, ¿ha notado mejoría?

-¡No doctor!, escuche lo que sucedió, abra bien esas orejas llenas de cerumen que tiene, que por cierto, nunca se lo he dicho, pero es usted un guarro y le canta el sobaco. Esuche, escuche mi tragedia, maldito comecocos... todo iba bien hasta este sábado, cuando noté un intenso picor de niki, y decidí entrar en un bar a hacerme fuerte en la barra trasegando botellas, doctor, ¡vaya avería monté, doctor, vaya avería!

-Vaya al grano, repelotudo, tengo que ir a dar de comer a mis gorrinos, y además tienen una conversación más interesante que la suya.

-Pues... verá... el caso es que... no recuerdo nada de la noche...

-¿Y bien?

-El problema, doctor, fue al día siguiente, cuando fui a ducharme, y vi... ¡esto!-entonces me baje los pantalones y los calzoncillos de Mickey Mouse, me di la vuelta y puse el culo en pompa ante el rostro contrariado del doctor.

-¿Lo ve, doctor?

-Es un... tatuaje... con el nombre de...

-¡De ella!

-Realmente va usted de culo, ¿y no pudo hacérselo en otro sitio más discreto, hombre de Dios?

-No lo sé, doctor, no sé que sucedió... estoy atrapado, tan grande es mi amor, tanto, que no queda en mí el llanto, y ahora en mi mente siempre está... y no la puedo olvidar.

-Malditos raphaelistas... consuélese al menos pensando que en ese lugar de su cuerpo apenas lo verá, con lo que el tormento de su recuerdo no será tan grande.

-¡Ah doctor!, ¿sabe lo que le digo?, ¡qué esta clínica es una puta mierda!

-¡Ah sí!, ¿pues sabe lo que le digo?, ¡qué más puta mierda son los pacientes que vienen a ella!

-¡Ah!, ¡y encima querrá que le pague!

-¡Efectivamente!, 500 euros, 15 bolívares, y un par de sobres de cromos panini de la liga de fútbol 2009/10.

-¿Pues sabe que le digo doctor?, que le voy a pagar, ¡porque soy gilipollas!

-¡Ah sí!, ¿pues sabe qué le digo?, que no le voy a cobrar, ¡porque yo soy más gilipollas!

-No, ¡yo soy más gilipollas, soy más gilipollas que un camión cargado de gilipollas conducido por un gilipollas!

-¿Usted más gilipollas?, ¿usted más gilipollas?, ¿pues sabe que le digo?, ¡que yo soy más gilipollas que el Halcón Milenario lleno de gilipollas dirigiéndose a la Estrella de la Muerte llena de gilipollas!, ¿eh?, ¿qué le parece gilipollas?, ¡supere usted eso, pedazo de gilipollas!

Y así estuvimos discutiendo un buen rato sobre quien era más gilipollas, hasta que, efectivamente, el doctor fue a darle de comer a sus gochos.

Así da gusto comenzar la semana, con fuerzas renovadas.   



http://www.fotolog.com/kidkubrick/37440413/

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